jueves, 27 de octubre de 2011

Pobreza y ciudad en América Latina y el Caribe

Leobardo Chávez Alaffita*
Introducción
La publicación intenta orientar, hacer una reflexión, dar significado y generar una visión programática en la gestión de los asentamientos humanos y su vinculación con el desarrollo sostenible en la región. En un marco en el que las fuerzas que determinan el desarrollo del planeta en este momento son: “Lo Global, descrito como: un movimiento de integración económica, cultural y política de los países del mundo, y lo local, tendencia hacia mayores niveles de autodeterminación y delegación de gestión y poder a comunidades y localidades sub-nacionales. En un contexto de fuertes contrastes entre crecimiento y recesión, equidad y desigualdad, exclusión e integración, y pobreza y riqueza.”
El capítulo III, “Pobreza y ciudad en América Latina y el Caribe”, escrito por el arquitecto Joan Mac Donald, revisa el diseño de de políticas que favorezcan la superación de la pobreza en la ciudad y una visión programática para las políticas nacionales y locales (económicas, sociales y medioambientales) creando una agenda que incluye entre otros factores al espacio público.
El autor como introducción nos da un dato para reflexionar, los efectos de la pobreza urbana en las ciudades latinoamericanas: De cada 100 habitantes en la ciudad latinoamericana 37 son pobres y de ellos 12 son indigentes (CEPAL, 2001).
Uno de los puntos que observa para el deficiente modo de consolidar políticas eficientes en este tema de la pobreza urbana es el crecimiento rápido y cambiante en las causas y factores que la generan y que rebasan cualquier forma de recabar información actualizada y sólida. Dividiendo la aparición de la pobreza urbana en periodos con características distintas: el primero, el desplazamiento masivo de población de las zonas rurales a la periferia de la ciudad, ocurrida décadas atrás. El otro momento es en el que se da un crecimiento endógeno de la población urbana y las transformaciones demográficas, sociales, culturales y económicas, duplicando la población en estas 3 últimas décadas. Encontrándose así con una posibilidad escasa de inserción social ante políticas fiscales, programas públicos débiles, un mercado de suelos agresivo comercialmente y una alta tasa de desempleo.
Muestra también que en algunos países se presentan estas fases de forma simultánea.
La base institucional de los países y ciudades, al momento de intervenir aplicando acciones, se ve limitada por la falta de metodologías adecuadas para poder enfrentar la pobreza urbana. Esta supera las capacidades del sistema municipal, por falta de nuevos conceptos operativos y por otro lado las experiencias que se consideran innovadoras no alcanzan niveles de aplicación que impacten la pobreza.
En este capítulo el autor toca temas con propuestas para enfrentar la pobreza empleando material generado por el proyecto “Estrategias e instrumentos de gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina Y el Caribe”, el cual intenta construir una “agenda de ciudad”.
En las páginas siguientes presento los temas de este tercer capítulo.
Características de la pobreza
En el capítulo el autor presenta características de la pobreza en estas regiones, como en la que se indica que en América Latina y el Caribe: dos de cada tres pobres vive en las áreas urbanas, teniendo en cuenta que la población en estos países se concentra en los centros urbanos.
Así también que estudios de la CEPAL (2002) indican que la cifra de pobres va en aumento cada año, señalando un deterioro en el cuadro social de la región.
Por medio de cuadros presenta la complejidad de la pobreza actual: Heterogeneidad en la pobreza urbana de cada región, presencia de ésta muy desigual en cada país, con índices diversos de un 20% en algunos países a un 58% de la presencia de pobreza en otros. Variaciones en el tipo de pobreza que se han experimentado de una falta de bienes que cubran las necesidades básicas o carencias materiales a otra que se aprecia por los indicadores monetarios.
Expresión de la pobreza urbana
La propuesta para definir estrategias de cara a la pobreza urbana se refiere en primer lugar, “precisar la naturaleza que presenta el problema en cada caso específico” como pobreza y exclusión, aquí propone el uso de un enfoque que fomente una inserción ocupacional y la creación de oportunidades de educación. También identifica otra variante como la pobreza y segregación residencial generando oportunidades de movilidad social y económica aplicando políticas de integración física y funcional con la ciudad. Otra es la Pobreza e informalidad, esta variante es importante, dado que la atención debe centrarse en determinadas comunidades, el empleo informal es un elemento de supervivencia, por lo que se deben tomar acciones como habitabilidad e infraestructura para favorecer un proceso educativo que de acceso a empleos. También está la informalidad habitacional, que toma diversos estadios en cada región e inclusive en una misma, dice: “no todos los pobres son habitantes de asentamientos informales, tampoco son pobres todos los que habitan en barrios informales”, por lo tanto el autor precisa que las políticas locales pueden fortalecer o proteger estrategias de apoyo mutuo, promoviendo acciones de mejoramiento habitacional.
Visión programática
Magnitud y heterogeneidad de la pobreza urbana.
En la ciudad, con su enorme concentración de pobreza, se presentan diferencias en cuanto la forma y tamaño de la pobreza, el autor pone de manifiesto: “actualmente los programas de alivio carecen de éxito porque dependen de manera directa de factores coyunturales vinculados al entorno macroeconómico”. Sugiere entonces la incorporación de objetivos específicos que eviten la segregación, eliminando diferencias de características o atributos urbanos e integrando a la ciudad los barrios populares mediante infraestructura y espacios públicos, generando un entorno urbano seguro y equitativo, generando ciudanía y fortaleciendo la inclusión.
Avances graduales y acumulativos
Debido a su dimensión y complejidad la pobreza urbana rebaza los recursos con los que se le combate, he aquí una observación, el que esto no debe tomarse como excusa ya que se debe “visualizar un programa de alivio a la pobreza en un proceso de tipo secuencial”, logrando avances paulatinamente, construyendo y acordando paralelamente una secuencia de posibles intervenciones.
Focalizar en el interior
Sugiere el localizar a grupos de atención inmediata, no solo regiones sino comunidades y barrios basándose en una sólida información social.
Una base informativa sólida en el nivel local
Ya que la pobreza afecta de diversas maneras a diversos hogares, propone aunado al uso de censos y encuestas el empleo de mapas de carencias, logrando así la posible asignación de recursos, estableciendo prioridades donde se localice concentrada la pobreza urbana.
Políticas nacionales
Dentro de este capítulo el autor analiza las políticas nacionales y su relación con la pobreza urbana, describiendo aspectos generales como las perspectivas económico-productiva, social y ambiental y sugiere articularlas entre sí. Dado que, el fraccionar responsabilidades no ha ayudado a la superación de la pobreza. Expone la idea de que para lograr la sostenibilidad de un programa de superación de la pobreza, las intervenciones deben ser tocadas en todos los niveles dentro del ámbito social, económico y ambiental. Promoviendo en cada rubro la visión programática explicada anteriormente.
Dentro del tema Medio ambiente, territorio y pobreza urbana, enumera la gestión urbana y territorial entre otros factores, explicando que: ”los pobres no se ajustan al marco establecido porque éste no les sirve” por lo que resulta necesario disponer de recursos para estrategias de “mejoramiento de barrios marginados y desarrollo sustentable de las periferias, e integración a la ciudad de grupos sociales físicamente excluidos” Un segundo aspecto de la gestión urbana es la revisión del impacto social que provocan los instrumentos de planificación y una gestión urbana excluyente, revisando si resultan adecuados a las necesidades de los habitantes que viven en la pobreza.
Pobreza urbana a nivel local
Dentro de los aspectos generales, el autor menciona que se debe tener en cuenta al abordar el tema de pobreza en la ciudad, ya que “ella es la expresión de la voluntad y decisión de las familias de menores recursos…en orden de acceder a la ciudad”, así también considerar las formas que emplean para insertarse a la ciudad y en tercer lugar, observar que las personas y hogares pobres son habitantes formales y concretos de una ciudad. Así en lo local focalizando grupos se puede poner en marcha programas integrales y sostenibles contra la pobreza urbana dimensionándolos económica, social y ambientalmente. Y marca algunas acciones que pueden ser instrumentadas por gobiernos locales para la cuestión de pobreza urbana: Reformular presupuestos locales, mejorar programas municipales de empleo, focalización territorial equilibrada y con sesgo hacia la pobreza, revisión de regulaciones poco realistas y discriminatorias, e incorporar de manera equitativa a la comunidad en los procesos de decisiones presupuestarias.
Así se desarrollan cuatro áreas de intervención, Suelo y pobreza en el que menciona como elemento clave el acceso al suelo como modo de inserción por los pobres a la ciudad. Y analiza tres aspectos críticos (quizá aquí el autor toca un poco la frontera segregacionista) que debería abordar una gestión urbana: Disponibilidad efectiva de suelo para hogares pobres, las reglamentaciones que limitan aún más dicha disponibilidad y las condiciones para ofrecer una permanencia segura a los habitantes.
Otra área es la de la dotación de Servicios la cual se tiene que asumir como tarea importante, ya que los habitantes en pobreza tienen la expectativa de obtener los servicios que cuentan los demás ciudadanos aunque esto suponga una tarea técnica y financiera muchas veces casi imposible. Para afrontar esto propone organizar un proceso de optimización de redes existentes y su ampliación a los asentamientos precarios, basándose en una consideración de recursos posibles a conseguir en los diferentes niveles o en otros ámbitos.
La tercera es relativa a vivienda, parque y flujo habitacional, tomando aquí como un aporte importante el que los habitantes pobres hacen para construir la ciudad, observando este hecho por una parte como ejemplo aprovechable de gestión y decisión, pero por otra, este aprovisionamiento informal ha creado costos urbanos para los gobiernos y los ciudadanos en general. Describe los diferentes esquemas que se han empleado en esta área y resume que éstos han logrado una producción mucho menor de viviendas de las necesarias. En este punto el autor propone estudiar el mejoramiento del parque existente de viviendas y sus mecanismos sociales y financieros.
La cuarta y última área tratada es la relativa a los espacios urbanos y ciudadanía, tema importante en el cual menciona que a este sector empobrecido no se le debe considerar como un objetivo de los programas, sino como actores en este proceso. Los hace partícipes de un ciclo de programas y proyectos, iniciando con la identificación de necesidades hasta la evaluación de resultados obtenidos. Y aquí toma esto como pieza importante para la gestión y obtención de barrios consolidados, espacios públicos y prevención de la inseguridad ciudadana.
El espacio público lo dimensiona como un integrador social y un mecanismo para la realización de las personas y su progreso, aunando al espacio público, están la cultura y el capital social vecinal creando una fortaleza en lo local para enfrentar crisis y eliminando riesgos de empobrecimiento de sectores.
Pone de manifiesto el aprovisionamiento, mantenimiento y rescate del espacio público para apoyar los mecanismos de cooperación “y fomentar el sentido de pertenencia a la ciudad”.
Concluye mencionando la magnitud del problema de la pobreza y los recursos mínimos destinados a enfrentarla debido a intereses y actores más poderosos. Y evitar que esto desanime y genere una idea de que la lucha contra la pobreza se pierda desde el inicio.
Sugiere la introducción de criterios de equidad en la actuación del municipio. Y en cuestiones de gestión el adoptar formas participativas y democráticas favorecerá la creación de espacios para todos los ciudadanos, acercando y conciliando intereses diversos para construir una mejor ciudad.
Considero que el tener en cuenta mecanismos para hacer frente a la pobreza urbana, ordena y logra programar medidas, sin embargo el modelo de desarrollo que impera actualmente relega y aleja cada vez más a este sector, impidiendo la inserción lógica a la ciudad, es una cuestión de construcción de conciencia en los gobiernos, éstos en los últimos años vienen beneficiando de forma total a sectores poderosos, por lo tanto es una labor de participación y conciencia ciudadana. El desarrollar una agenda de ciudad realmente apegada en esta materia beneficiaría a todos. Lo considerado en este capítulo sobre el espacio público y su función social es fundamental, sin embargo creo que también teniendo en cuenta el factor ambiental, como base para crear sociedades incluyentes y sanas.

Bibliografía:
Autor: Jordán, Ricardo y Daniela Simioni, Compiladores
Título: Gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe
Libros de la CEPAL No. 75
Santiago de Chile, junio 2003

Experiencia Educativa: Gestión integral
Profesor: Dr. Arq. Daniel R. Martí Capitanachi
Maestría en Arquitectura, Ciudad y territorio
Alumno: Leobardo Chávez Alaffita
Fecha: 23 de septiembre de 2011

* Ensayo Sobre el Capítulo III Pobreza y ciudad en América Latina y el Caribe escrito por Joan Mac Donald. Tomado del libro Gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, editado por la CEPAL y Cooperazzione Italiana en Santiago de Chile, 2003.

sábado, 15 de octubre de 2011

Ensayo sobre: Las grietas de la ciudad capitalista, de David Harvey.


Jorge Alejo Gutiérrez Márquez
Maestría en Arquitectura
Universidad Veracruzana

En la entrevista realizada a David Harvey y traducida al español por Carolina del Olmo y César Rendueles, denominada Las grietas de la ciudad capitalista, se reconoce la riqueza de su producción científica, la cual se sustenta en su sólida formación profesional como geógrafo y en el vasto ejercicio de la docencia, por más de treinta años; también en la entrevista se indica que es su manejo de la fusión del marxismo y la geografía lo que le hace enriquecer ambas disciplinas.

En tiempos recientes, el Maestro Harvey ha centrado su atención en el estudio espacial de las nuevas formas de imperialismo, focalizando su discurso teórico en el análisis de la manera en que la acumulación del capital incide sobre la estructura el espacio geográfico. La lectura de este documento conlleva necesariamente a un ejercicio reflexivo, crítico y analítico. Reflexión que me resulta sumamente interesante y obliga a acercarme a las ideas de Harvey, en relación a los planteamientos que ofrece respecto al capitalismo, la globalización, el urbanismo moderno y el urbanismo del capital.

Son once preguntas que integran la entrevista referida y las respuestas emitidas por Harvey revelan su ideología, respecto a los espacios urbanos y su relación directa con el actual modelo económico neoliberal. De manera clara y sucinta el Maestro explica cómo es que la perspectiva de la urbanización dejó de ser crítica, utópica y social para convertirse en un instrumento de la globalización, de competitividad y de inversión de capitales.

Su exposición nos remonta al siglo XX, en la década de los 70, cuando los gobiernos de las naciones poderosas eran social-demócratas, con el supuesto interés de atender y mantener el bienestar de la totalidad de la población -claro, menciona Harvey-, ésto sin que se viesen afectados los intereses de la clase social que poseía los grandes capitales económicos.

Comenta el Maestro que fue en la década de los 80, en Estados Unidos con Ronald Reagan y en Gran Bretaña con Margaret Teacher, cuando se permitió la entrada a los grandes capitales económicos a sus gobiernos, consolidándose de esa manera, el modelo Neoliberal, cuya única intención fue restablecer el control y beneficio a las clases del poder y el dinero, basándose para ello en la competitividad y la utilización del capital financiero; en esa dinámica los sindicatos, también fueron limitados en su ejercicio de proteger y salvaguardar los derechos laborales de sus agremiados, del mismo modo se deterioró la calidad de vida de las personas. El resto de los países se vio obligado a adoptar políticas neoliberales y en cascada los gobiernos locales de cada nación han adoptado una visión política de gobernar como empresas privadas, cuidando los intereses de los dueños de los capitales, todo en detrimento del bienestar de la población.

Conocer la opinión que tiene Harvey en relación a la transición que ha tenido la Planeación Racional Urbanística de los proyectos de naciones social-demócratas al proyecto neoliberal me resulta significativo, porque lo relaciono con lo que ocurre actualmente en México, y en específico en el estado de Veracruz respecto a la planeación urbanística y de la vivienda.

Ambas son controladas por las grandes desarrolladoras inmobiliarias, siendo éstas las encargadas de determinar sus áreas de crecimiento, los intereses que deben pagarse por el costo total de la casas, los modelos y los dimensiones de las propias viviendas, sin que a la población -que se supone debe ser la beneficiaria- pueda opinar. Lo mismo sucede con las áreas de donación y áreas verdes asignadas para la construcción. Fue en el sexenio de 2004 a 2010, que modificaron las normas y reglamentos urbanísticos para eliminar las donaciones para espacios públicos, establecidas como participación porcentual del área bruta a desarrollar y en su lufar, sólo se estableció la donación de nueve metros por vivienda, los cuales serían destinados a equipamientos -escuelas centros de salud, áreas deportivas- quitando así el concepto de área verde urbana.

Me pregunto entonces, ¿cuál es el papel de nuestros gobiernos en éste ámbito?, la respuesta la encuentro en lo mencionado por el maestro Harvey, quien señala que el fracaso de la Planeación Racional Urbanística de los gobiernos social-demócratas de las décadas de los 60 y 70, se ubicó al pretender, a través de las transformaciones de las formas espaciales y del entorno, resolver los problemas económicos y sociales de sus gobernados, a lo que denominó el propio Harvey un “craso error metodológico” de las “utopías de la forma espacial”, además de que los gobiernos social-demócratas se encontraban entre la espada y la pared, por decirlo de algún modo, debido a que tampoco podían desatender los intereses de los grandes capitales.
Por las razones antes expuestas sucedió que las Planeaciones Racionales Urbanísticas fueran rechazadas (al no cumplir con sus promesas), circunstancia aprovechada por el Proyecto neoliberal para usar los espacios urbanos en su beneficio y claro, en detrimento de la calidad de vida de los seres humanos que poblamos este planeta.

Harvey opina que el proyecto neoliberal con su discurso de ordenamiento urbano presenta grandes contradicciones, refiriéndose a las opuestas opiniones que tienen entre sí, quienes integran la clase dominante, en lo que se refiere, a lo que es lo mejor para incrementar sus capitales, lo que desde la perspectiva del Maestro David, podría usarse al intervenir en los procesos de planeación y de este modo lograr beneficios para las clases sociales menos favorecidas. Otro elemento a destacar es el énfasis que otorga Harvey a la creación de una lucha ideológica como un mecanismo de la recuperación de los espacios urbanos.

Planteamiento con el que coincido totalmente, puesto que tengo la intención de realizar en mi tesis profesional de Maestría en Arquitectura la propuesta de Construcción de Viviendas con Material Alternativo, esto para promover la edificación de casas, con materiales, que no afecten el entorno ecológico, que sean de bajo costo y que se incluyan al mismo tiempo que se consideren como una opción más para la construcción, revalorizando con ello los materiales distintos a los usuales.

Otra de las opiniones que ofrece Harvey que me parece importante comentar es que a su parecer el neoliberalismo trae consigo innumerables anomalías que el propio modelo se niega a aceptar como consecuencia de la operativización de su proyecto, tal es el caso de la economía informal y/o de la construcción de viviendas las periferias de las ciudades, en áreas de alto riesgo. El maestro señala que al privatizarse los espacios comunes se incrementa el empobrecimiento de la gente, al mismo tiempo que pierden sus derechos en general.

Una mirada crítica de nuestro entorno local, y nacional da cuenta de la congruencia que existe entre lo que Harvey señala y lo que vivimos; un crecimiento irregular en las construcciones, un alto índice de desempleo, comercio informal en los lugares más inimaginados, en pocas palabras muchísima pobreza, pero de manera contrastante, también podemos observar zonas privilegiadas en las que se aprecia abundancia y riqueza.

El Maestro insiste en revelar las características negativas del proyecto neoliberal en lo tocante a la política urbana; porque el dinero que invierte la clase del poder (los dueños de la riqueza) en espacios urbanos, solo se enfoca a mantener sus privilegios y ganancias económicas; lo que en muchos casos al crear ciudades competitivas además de atractivas para el sector turístico y por supuesto propicias para la nueva inversión de capital se descuida el resto de los espacios, que muestran un panorama desalentador a los visitantes y a los inversionistas. Dicha problemática obliga a los dueños de los capitales a mejorar los espacios urbanos al mismo tiempo que recuperan las tradiciones, el folclor y la cultura en general de los habitantes de las regiones, esto como un elemento más de atracción para los nuevos inversionistas.

David Harvey dice, no estar de acuerdo con la utilización del patrimonio cultural de la población como estratagema de mejora de las condiciones de los espacios urbanos, sin embargo esto, se podría ocupar como una oportunidad para dar a conocer a la gente, la manera en la que se apropian de sus costumbres, comercializando con su bagaje cultural y con ello los movimientos sociales se integren y luchen por recuperar sus espacios y sus derechos en general.

Las críticas que realiza Harvey a la utilización del modelo neoliberal de los espacios geográficos como instrumento del incremento de sus capitales son tangibles y nosotros de manera cotidiana convivimos con sus manifestaciones como por ejemplo: la inequidad desproporcionada de la riqueza, los altos índices de desempleo, la baja calidad de la educación (en todos sus niveles), la deserción escolar, la economía informal, la ocupación de áreas para la vivienda en zonas de alto riesgo, el bajo nivel adquisitivo del dinero, empleos mal pagados, la inseguridad, social y el incremento de la pobreza . Pareciera que no hay posibilidad de salir de este caudal de problemas, sin embargo el Maestro David cree que existen vías de reencuentro con la calidad de vivir y que no se oponen al respeto del derecho de todos a la equidad y la justicia. Se trata de concientizar- nos, reeducarnos respecto al derecho que todos tenemos a los espacios geográficos, es decir a las ciudades sin grietas. Implica realizar una lucha utilizando una ideología que reclame lo que nos han quitado para eliminar las grietas que no son más que síntomas de dolor, hambre, ignorancia y conformismo.

Referencias bibliográficas:
La entrevista “Las grietas de la sociedad capitalista”, se encuentra publicada en la Revista Cuadernos del CENDES, mayo-agosto, año 2007, vol. 24, número 065. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. pp. 131- 138

© César Rendueles y Carolina del Olmo. Se permite la copia, reproducción literal y
redistribución de este texto en su totalidad y por cualquier medio siempre y cuando
sea sin ánimo comercial y esta nota se preserve.