viernes, 21 de noviembre de 2008

La mujer como agente de cambio en las comunidades rurales del Estado de Veracruz

M. en Arq. Ana María Moreno Ortega

“la exclusión de las mujeres del proceso de desarrollo de los asentamientos humanos no solamente empeora su situación, sino que empobrece a todas las sociedades”
Dr. Wally N´Dow
Centro de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos CNUAH
Nairobi (Kenia) junio 1996



Presentación
Con este trabajo se pretende contribuir a dar una visión profunda e integral de la forma de abordar la metodología aplicada al elaborar los Programas de Desarrollo en comunidades marginadas en el Estado de Veracruz, puntualizando en la fase del Diagnóstico Comunitario a través de talleres participativos. Se convierte así también en un marco de análisis y reflexión sobre la coexistencia de la participación de las mujeres de las poblaciones rurales en la toma de decisiones en el desarrollo de éstas.

Antecedentes
En un país como México, cuyos problemas más graves se presentan en la aguda crisis del campo y la acentuada degradación urbana, se posibilita emprender una gestión de desarrollo local partiendo de que; el patrimonio cultural en general y el arquitectónico y urbano, en particular de éstas comunidades, son elementos suficientemente potentes como para elaborar un plan de acción, que apoyado en lo social, político y económico, pueda alentar políticas de desarrollo en estas poblaciones.

En las últimas décadas, pueblos enteros han cambiado su faz por la sustitución de ancestrales formas de ocupación debido a larga permanencia de la opresión de signos diversos, anteriormente colonial y recientemente de tipo económico. El carácter acelerado y masivo (Binford, 2003) del fenómeno, es tal que se ha tornado una de las principales estrategias de subsistencia de millones de familias, al grado que el Banco Mundial concede al país el lamentable calificativo de ser el mayor expulsor de migrantes en el mundo, antes que la India y China (La Jornada, 16-04-07). En consecuencia, estamos asistiendo a un creciente interés en los ámbitos académicos por comprender de manera más profunda las complejas facetas de las llamadas “nuevas migraciones” .

El abandono del campo se ha definido como “un hecho físico que implica el desplazamiento de contingentes rurales que buscan incorporarse a la fuerza de trabajo urbana en aras de mejorar sus condiciones de vida”

Un fenómeno paralelo y muy importante en este punto, que debe revisarse con profundidad es el de la migración de habitantes del campo a la ciudad, no ya a las ciudades próximas, sino a otros países. Estas pequeñas poblaciones se encuentran habitadas ahora por un mayor número de mujeres, ancianos y niños.

Principios etnoecológicos para el desarrollo sustentable en comunidades rurales
Se puede definir un desarrollo comunitario sustentable como “aquel proceso de carácter endógeno por medio del cual una comunidad toma (o recupera) el control de los procesos que la determinan o la afectan”. Esta definición, según Víctor Toledo, se deriva de un principio general que afirma que la razón fundamental por la cual la sociedad contemporánea y la naturaleza sufren un proceso generalizado de explotación y deterioro, es la pérdida de control de la sociedad humana sobre la naturaleza y sobre sí misma. En otras palabras, la autodeterminación o la autogestión, concebida como “una toma de control” es el objetivo central de todo desarrollo comunitario.

El incremento de la calidad de vida de los miembros de la comunidad es una tarea central de todo desarrollo comunitario, y por ello conforma la toma de control social. Esto incluye aspectos tales como la alimentación, salud, educación, vivienda, sanidad, esparcimiento e información.

Otra dimensión importante es la toma de control político. Ello supone una capacidad de la comunidad para crear su propia organización (socio/productiva), así como para promulgar o ratificar las normas, reglas y principios que rigen la vida política de la comunidad. Esta dimensión debe asegurar la participación de sus miembros, la democracia comunitaria, la autonomía política y la ejecución del derecho consetudinario.

En todos casos sin embargo, la propia comunidad, deberá elaborar un plan de desarrollo comunitario que es el instrumento esencial de lucha y resistencia y el marco a partir del cual se pueden integrar las funciones.



La participación de las mujeres en el Desarrollo Comunitario
Rosío Cordova, señala que “es indispensable incorporar el género en el análisis del tipo de relaciones que ocurren entre los/las que se van, y los/las que se quedan, ya que aspectos centrales en el estudio de la migración, como la desestabilización familiar, los reacomodos residenciales, la laceración de los procesos productivos, del acceso y control de los recursos, o el destino de las remesas se hallan diferenciadas en función del género.”

Conviene entonces, destacar en primer lugar, que la mayoría de los programas de desarrollo que pretenden mejorar las condiciones de vida en estas comunidades, las mujeres, a través de su empoderamiento de los programas deben tener un papel importante, es decir, haciendo que ellas sean sujetos activos y protagonistas de los cambios, por encima de todo. También es importante no olvidarse que las mujeres que viven en los medios rurales, representan el 31% de la población total veracruzana, y que las mujeres que viven en localidades de menos de 2500 habitantes representan el 20.4% del total de la población en la entidad.

Al hablar de las mujeres veracruzanas, debemos tomar en cuenta la historia de todas las mujeres que han participado a través de los años en el desarrollo de las poblaciones en el Estado, como género.

En la elaboración de un Plan de desarrollo, en la etapa metodológica que corresponde al diagnóstico participativo, en una comunidad donde la movilidad femenina sea un elemento fundamental en la planificación, deberá abrirse un elemento que articule la participación directa de las mujeres con el propósito de no sólo de localizar las áreas problemáticas y a identificar aquellas áreas potenciales donde podrían llevarse a cabo acciones de desarrollo, sino también a impulsar a la población para que sea gestora de su propio proceso de desarrollo.

Los nuevos problemas de estas comunidades, requieren unas nuevas formas de gestión y sobre todo de participación e implicación de los ciudadanos y de los sectores de población afectados, a la vez que una mayor riqueza y diversidad en las propuestas. Hay que encontrar una planificación que dé respuestas a las necesidades humanas, que sirva para integrar a los miembros más desfavorecidos de la sociedad, permitiéndoles autonomía en sus desplazamientos cotidianos. Un mejor conocimiento de los condicionamientos de las mujeres para gestionar sus tiempos y espacios de vida.

Para Dolores Hayden, el remedio es “desarrollar un nuevo paradigma de casa, de barrio y de ciudad, para empezar a diseñar el espacio físico, social y económico de los asentamientos humanos que contribuyan a apoyar, más que limitar, las actividades de las mujeres trabajadoras y sus familias”

Mujeres y hombres deben participan por igual en los proyectos y programas de los asentamientos humanos en todos los niveles, principalmente en las decisiones en los planteamientos de los cambios y evoluciones que se están produciendo en las relaciones sociales y la necesidad de considerar sus repercusiones a nivel espacial. Según Alejandra Massolo, “el espacio construido delimita, moldea, condiciona o potencia las distintas interrelaciones y acciones que despliegan hombres y mujeres sobre ése soporte material”


Conclusiones
Con el propósito de lograr que la mujer participe cada vez más y con mayor conocimiento, como agente de cambio, Se requiere de una metodología de aplicación de los Talleres comunitarios en donde se pueda incorporar un enfoque del desarrollo de los asentamientos humanos con visión de género (que tenga en cuenta las necesidades y diferencias de mujeres y hombres y las relaciones sociales, económicas y políticas entre ambos).

A partir de aquí surgen algunas interrogantes ¿cómo aproximarse a la experiencia de las mujeres en relación con su hábitat -percepción y uso del espacio- así como de los problemas que se suscitan en la vida cotidiana, tales como el acceso a bienes y servicios públicos y asistenciales? ¿cómo se han interiorizado los cambios de un hábitat a otro en estas comunidades? Para encontrar respuesta adecuada a estas cuestiones se debe proponer una nueva metodología de investigación alternativa,

Para lo que se deberá incluir:
• Una sesión previa de capacitación y desarrollo organizacional que aliente la concientización, la deliberación y el manejo del tema género, fomentando particularmente su liderazgo y habilidades de gestión.
• El espacio para que las mujeres puedan presentar temas de su interés que no necesariamente se limiten a este género , pero que puedan tener esa perspectiva
• Un intercambio con ellas, de la información relacionada con los temas que se originan o se relacionan con la arquitectura, Urbanismo y el Diseño Ambiental, toda vez que las condiciones de los mismos afectan o benefician a la población entera.
• La integración de las mujeres locales en el análisis y discusión de los resultados y hacer un reconocimiento de sus capacidades

Lo anterior:
• Facilita a la población la comprensión de su realidad como un todo interrelacionado, rompiendo con la práctica de analizar problemas o situaciones en forma aislada.
• Valoriza los diferentes “saberes”, recoge los conocimientos empíricos de la cultura popular y permite la apropiación de los conocimientos científicos.
• Permite apropiarse de la capacidad de investigar, al incorporar a la población investigada en todos los momentos del proceso de diagnóstico.

Entonces, se deberá incorporar esta dimensión, como parte de una política efectiva de investigación, incluyendo el uso de criterios e indicadores con perspectiva de género para el seguimiento y evaluación de los Planes de Desarrollo en las organizaciones comunitarias.

Nos corresponde a los académicos, ir sentando las bases para una renovación de los mecanismos que todavía se manejan sobre los grandes escenarios disciplinares de nuestra cultura actual, yendo al fondo de las causas de la marginación de lo femenino en todos los aspectos. Por lo anterior se deben desarrollar fórmulas que permitan vincular la investigación y la academia con las dependencias e instituciones oficiales y de gobierno que promuevan el desarrollo en las comunidades rurales.

BIBLIOGRAFÍA
CÓRDOVA Plaza, Rosío. El enfoque de género en el estudio de nuevas migraciones.La palabra y el hombre Num. 1 Ed. UV, México2007
CÓRDOVA, Rosío, Cristina Núñez y David Skerrit (en prensa) Migración Internacional, crisis agrícola y transformaciones socioculturales en el centro de Veracruz, CEMCA/ Plaza y Valdés, Universidad Veracruzana, México
HAYDEN Dolores, ¿Cómo sería una ciudad no sexista? Especulaciones sobre vivienda, diseño urbano y empleo. EU, 1979
MASSOLO, Alejandra Mujeres y Ciudades: Participación social, vivienda y vida cotidiana Ed. COLMEX, México 1992
MONFORT, Guillaumín, Para estudiar el desarrollo. La sociedad perfectiva del siglo XXI Ed, UV 1992

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