sábado, 27 de junio de 2009

La necesidad de establecer reservas habitacionales. Una aproximación al caso Poza Rica Ver

Arq. Álvaro Hernández Santiago*


Vista general de Poza Rica. Fotografía de Fredy Flores, circulación libre en internet.

La generación del espacio urbano ha sido realizada tradicionalmente por diversos agentes inmobiliarios, públicos, privados y sociales. Esto se ha modificado en la última década, resultado de los cambios estructurales en el plano económico, social y político. La ciudad, considerada exclusivamente como soporte físico de las actividades humanas, ha sufrido importantes cambios en su configuración y en la forma de apropiación del suelo urbano y suburbano.

En México, los agentes inmobiliarios son diversos en la medida que la sociedad cada día está más polarizada pudiendo identificarse desde las grandes corporaciones internacionales que aparecen en el mercado en la década de 1980 acentuando su acción a partir de 1990 hasta los auto constructores, los promotores “informales” del sector social generalmente al amparo de un instituto político.

En esta realidad, las ciudades mexicanas adquieren configuraciones territoriales cada día más complejas lo cual no indica necesariamente que sus componentes se integren ya que por el contrario este fenómeno encamina a los asentamientos humanos hacia su segregación y fragmentación.

La crisis económica perene en la cual se desenvuelven las ciudades mexicanas y el consecuente aumento del desempleo, la baja del ingreso con una creciente desigualdad social agudizada por el descenso de la actividad económica y por consiguiente del gasto social en vivienda ha significado que la informalidad en todas sus facetas se haya incrementado en todas las localidades urbanas. La desesperanza ciudadana al no vislumbrarse perspectivas de mejoramiento en las condiciones de pobreza patrimonial que ha alcanzado a los sectores medios de la población, para quienes cada día resulta más difícil el acceso a una vivienda a través del mercado formal, coloca al asunto de los asentamientos urbanos irregulares en tema importante a debatir y a actuar.

En el caso de las ciudades cuya economía depende de la extracción y transformación de los hidrocarburos como sucede en muchas ciudades del sureste mexicano y particularmente del estado de Veracruz, el problema se agudiza por las condiciones establecidas por una inversión industrial cuya intensidad se expande y contrae en función de los precios internacionales del crudo y el gas. Sin, embargo, este ciclo de flujos de capital no es paralelo con la intensidad en la apropiación del suelo urbano, este fenómeno es siempre creciente ya que responde a las expectativas de expansión de la mancha urbana, crecimiento que siempre tiende a la alza. Lo anterior alimenta la especulación inmobiliaria, no solamente la formal sino también la informal ya que en este juego todos los actores sociales pretenden obtener beneficios.

En el Caso de estudio, la Zona conurbada de Poza Rica, Coatzintla, Tihuatlan, Papanta y Cazones, cabe señalar que asentamiento es sin lugar a dudas el conglomerado urbano más importante del Norte del Estado de Veracruz, constituyéndose como una importante ciudad media, estratégicamente localizada entre la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) y el Golfo de México. En promedio a menos de 300 Km. de importantes centros metropolitanos como son Tampico Tamps, Veracruz Ver. Puebla Pue. Y Pachuca Hgo. Y relativamente cercana a la Frontera Norte.
Aunado a las ventajas de su ubicación, la riqueza histórica de su subsuelo ha contribuido al desarrollo de una infraestructura que ha facilitado potenciar las ventajas agrícolas, ganaderas y pesqueras de la región del Totnacapan y Huasteca Sur, haciendo de esta ciudad un importante centro administrativo y de prestación de servicios lo cual ha permitido que las expectativas de crecimiento no hayan disminuido drásticamente en etapas de recesión petrolera. Al contrario, si bien tasas de Crecimiento Medio Anual (TCMA) observaron una tendencia a la baja a partir del X Censo nacional de Población y Vivienda 1980, para 1990 ya se registraron cambios en los pesos demográficos de las localidades de la Zona Conurbada de Poza Rica.

La Actualización del Programa de Ordenamiento 1988, señala un fenómeno de expulsión de población joven del municipio de Poza Rica hacia el área metropolitana extendida a los municipios vecinos de Coatzintla, Tihuatlan y Papantla. Destaca la expansión territorial de la mancha urbana hacia el Sur con la construcción de grandes aéreas de vivienda de Interés social.

Es importante señalar que la Inundación de octubre de 1999, puso en evidencia la manera en como la zona metropolitana de Poza Rica se expandió hacia terrenos inundables ubicados en el antiguo lecho del rio Cazones así como en las cotas bajas de los arroyos que atraviesan la ciudad. Con una área inundada que alcanzo el 25% de la mancha urbana solo del municipio de Poza Rica . Esta inundación se caracterizo por ser más severa en los asentamientos humanos marginales y en los grandes desarrollos inmobiliarios de interés social.

En la siguiente actualización a este programa, llevada a cabo en el año 2002, se observa la continuación de la tendencia hacia el sur, pero aparecen registradas las áreas de apropiación irregular del suelo, principalmente en vacantes localizados al interior de la mancha urbana y al Noreste de la ciudad de Poza Rica, específicamente en las faldas del Cerro del Mesón que constituyen las áreas de recarga acuífera de Poza Rica y que ya desde hace algunos años han sido deforestadas para utilizarlas como pastizales inducidos que casi no cumplen esta función lo que denota que son áreas sujetas a la especulación. Este vasto sector de lomeríos que en muchas ocasiones superan la pendiente de 30%, se encuentra amenazado por la construcción de un libramiento vial, promovido por el Ayuntamiento Constitucional de Poza Rica y Petróleos Mexicanos el cual sin duda será sujeto de una fuerte presión inmobiliaria que agravar[a un mas el problema de la expansión urbana sobre áreas inadecuadas.

Actualmente esta región del Norte de Veracruz, enfrenta el nuevo reto de asumir con su infraestructura urbana llena de carencias, el tercer impacto petrolero en su historia, La puesta en operación de un mega proyecto de explotación petrolera denominado Aceite Terciario del Golfo el cual demandará fuertes inversiones en el año 2009 y alcanzará una producción diaria de 70 mil barriles.

"Varios campos han alcanzado o alcanzarán próximamente su etapa de madurez, y la producción de aceite está basada en la continuidad de la ejecución de los proyectos Cantarell, Ku-Maloob-Zaap y en el incremento en la actividad que experimentará el proyecto Aceite Terciario del Golfo, sin embargo para hacer posible la producción de aceite y gas se requiere de una inversión de 156 mil millones de pesos" .

Esto señala que se prevé una inversión sostenida por lo menos para los próximos 10 años y cuyos efectos sobre la realidad urbana y en la estructura vial ya son notorios con el incremento del parque vehicular pesado y ligero así como del asentamiento acelerado de oficinas y locales industriales sin ningún control de uso del suelo. Sin embargo, el efecto sobre los asentamientos humanos es incipiente ya que la tendencia ha sido la misma que en los últimos tres años, sin embargo, la llegada masiva de población trabajadora ya es sensible en el caso de los técnicos especializados quienes demandan vivienda media y residencial la cual; ha sido absorbida de momento, por el mercado inmobiliario. El problema se presenta para la población trabajadora local quienes al tener una perspectiva de trabajo estable por un tiempo, exploran la posibilidad de adquirir un predio. Así mismo, los trabajadores foráneos que siguiendo el modelo observado de asentamiento industrial al paso de un tiempo corto demandaran espacio para construir una vivienda y traer a sus familias.

Ante esta prospectiva el único camino que se observa será el de continuar con un modelo de expansión urbana que ha seguido la zona metropolitana de Poza Rica desde hace 70 años, pero agravado por nuevas condiciones que conducirán a la exacerbación de este problema, por ejemplo, 1) la incipiente democracia integra nuevos actores políticos al problema y 2) el suelo urbano es altamente demandado para inversiones inmobiliarias comerciales y/o industriales cuya redituabilidad supera en mucho la del uso habitacional popular. Sumado a las dos condiciones hipotéticas no se debe soslayar el hecho de que el aspecto ambiental, es una variable cada día mas importante para la población civil y organismos no gubernamentales que harán sentir su voz sesgando notablemente las decisiones políticas de los administradores urbanos.

En este contexto, resalta notablemente la planeación urbana como un instrumento de ordenamiento que permitirá a la sociedad civil y autoridades el manejo de la problemática por venir y ante la cual no se puede esconder la cabeza. Tan solo para el municipio de Poza Rica, existe una reserva territorial de 10Ha, adquirida por el Gobierno del Estado de Veracruz lo cual es mínimo ante la demanda. El municipio solo cuenta con algunos predios menores y áreas de donación destinadas a áreas verdes y equipamiento urbano y a nivel federal existen grandes vacantes propiedad de Petróleos Mexicanos en muchos de los cuales no es factible el uso habitacional por la presencia de ductos e instalaciones. Ante esto, las posibles reservas territoriales para uso habitacional dentro del tejido urbano, quedan en manos de particulares y en pocos caos, son propiedad ejidal.

Recientemente, se ha observado que los agentes inmobiliarios privados han desarrollado asentamientos de clase media en el Ejido Arroyo del Maíz en terrenos que son inmediatos a instalaciones de Pemex y con esquema cerrado, con un solo acceso cuya sección no pasa de 13 m., lo cual hace imposible su evacuación en caso necesario. Por otra parte, se continúan fomentando los asentamientos irregulares en derechos de vía de ductos y redes, sobre pendientes peligrosas, cañadas y escurrimientos. Esta tendencia que se agravara a medida que la población demande suelo.

Por lo expuesto en este trabajo, se considera que la única solución para atenuar y corregir esta tendencia es la adquisición de suelo por parte de los tres niveles de gobierno, Con la finalidad de constituir reservas territoriales, sean estas habitacionales, industriales, comerciales o ecológicas. Se ha observado que algo tan importante para las ciudades como es su crecimiento ordenado, no se puede dejar en manos del libre mercado ya que las condiciones de nuestra realidad impiden que el proceso se dé para beneficio de la sociedad. Es por ello que la participación de organismos no gubernamentales, instituciones de educación superior, colegiados que representen auténticamente a sus miembros y sobre todo, los ciudadanos, participen en esta fase del desarrollo de nuestra sociedad. La Ciudad es el gran producto de nuestra civilización y todos tenemos derecho a forjarla.



•Profesor de Tiempo Completo Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana. Región Poza Rica . Tuxpan

CLICHEVSKY, Nora.” Informalidad Y segregación urbana en América Latina’. Universidad de Buenos Aires, 2006, p.2

En esta década surge un auge en la oferta de suelo y vivienda para las clases medias y asalariadas cuyo ingreso fuese mayor a cinco veces el salario mínimo vigente en el país.

LEGORRETA, Jorge. .”El Proceso de Urbanización en Ciudades Petroleras.”. Centro de Eco desarrollo. México 1983.
Universidad Veracruzana. Facultad de Arquitectura Región Poza Rica / Tuxpan. “Programa Acción ante el Desastre”. 1999
PEMEX. II Foro, Mexicano de Liderazgo. “Desarrollar el proyecto Aceite Terciario del Golfo para incrementar la producción de Aceite y Gas” ponente Ing. Miguel Angel Maciel Torres. Guadalajara Jal. 25 Oct.

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