miércoles, 14 de abril de 2010

Preservación de inmuebles con alto valor arquitectónico.


Diego Arturo Torres Hoyos.
Facultad de Arquitectura, Campus Poza Rica.
Universidad Veracruzana.

Por lo tanto, cuando construyamos, pensemos que construimos para siempre…Hagámoslo de tal manera que nuestros descendientes nos lo puedan agradecer, y pensemos, mientras colocamos piedra sobre piedra, que llegará un día que dirán…mientras contemplan nuestras obras, “Fijaos, esto es lo que hicieron nuestros padres por nosotros!”
John Ruskin, 1849


INTRODUCCIÓN.
El objetivo de la presente propuesta es fundamentar la estrategia de la preservación para conservar el patrimonio cultural; el compromiso deberá tener una responsabilidad conjunta en todos los ámbitos gubernamentales inherentes al hecho que nos ocupa. La posición anterior se deriva de la obligación de mantener la memoria histórica inscrita tangible e intangiblemente en los bienes patrimoniales que reflejan los hechos históricos y sociales en la formación de las ciudades y en el comportamiento de sus habitantes. El trabajo se ubica principalmente en el patrimonio cultural tangible inmueble, por tanto, se hace necesario, en principio, encuadrar conceptualmente los aspectos referentes al patrimonio como herencia comunitaria hacia los descendientes de una ciudad y el conjunto de conocimientos y formas de pensar que conforman la cultura de un lugar o región.

Ulteriormente, se manifiesta en forma estructurada el origen de la especificidad del patrimonio cultural dentro del aspecto tangible y su dirección hacia los bienes inmuebles, así mismo, se plantea la importancia de su imagen significativa como icono representativo de un sitio en función de los valores espirituales e intangibles como patrimonio edificado y su influencia dentro de la ciudad y entre su sociedad generando un paisaje cultural que aporta identidad y orgullo. Después del fundamento anterior, la propuesta se centra en el aspecto de la catalogación presentando la descripción de los indicadores más utilizados por organismos especializados en la clasificación de los puntos jerárquicos del valor patrimonial de los edificios y que se encuentran inscritos en los listados técnicos indicativos del inventario del patrimonio tangible inmueble.

Enseguida se señala la importancia de conocer y aplicar los preceptos que conforman la legislación relativa a la defensa patrimonial para esgrimirlos por parte de la autoridad y la participación ciudadana como instrumento legal y económico para preservar el estado de la edificación y en su caso el mejoramiento del inmueble catalogado. Como punto final, el planteamiento de la propuesta se materializa en un caso de estudio establecido en el enclave urbano de Poza Rica, Ver., ciudad que a pesar de su reciente formación con un antigüedad de 58 años presenta edificaciones factibles de catalogar por su importancia histórica, social, urbana-arquitectónica y legal.

CONCEPTUALIZACIÓN.
La preservación como la acción de proteger y resguardar con anticipación un bien de un daño fortuito o deliberado es la diligencia que permite mantener el estado físico de los bienes de valor arquitectónico significativo y que forman parte del patrimonio cultural tangible inmueble. A través del tiempo, la humanidad ha tenido la imperiosa necesidad de heredar a las nuevas generaciones sus espacios físicos y espirituales, sus valores y actitudes, sus conocimientos y significados y sus formas de organizarse y comunicarse, elementos esenciales que dan lugar a la cultura de los pueblos, cuando el habitante se identifica con ellos surge un estado de pertenencia social producto del acto natural e insondable de memorizar para reconocer palmo a palmo sus ámbitos y costumbres.

A continuación se presentan dos conceptos radicalmente opuestos sobre el tema, al respecto, Roth (1993, p. 142) expresa aludiendo una cita de Ruskin cuando este defiende a la Arquitectura Medieval Inglesa, “Una vez más, el asunto de si debemos o no conservar los edificios del pasado no es una cuestión de convivencia o de sentimiento. No tenemos ningún derecho a tocarlos. No son nuestros, Pertenecen en parte a quienes los construyeron, y también a las generaciones futuras que nos seguirán”. En cambio Viollet-Le-Duc opina “devolver al edificio el estado que pudo haber tenido” o “un estado que nunca llegó a tener”.

Los objetos físicos que además de su carga material evidencian un peso espiritual producto de la identidad entre la comunidad y que sobresalen de cualquier objeto real son elementos que han llegado al estrato hereditario de la cultura. El patrimonio como definición primigenia establece los bienes heredados por el hijo, provenientes de sus padres y abuelos. En la actualidad, la acepción se constituye dentro del ámbito de lo público y lo privado como la transmisión de la herencia, el traslado de los bienes naturales o por las actividades del ser humano a los descendientes y la identidad que han generado los objetos tangibles e intangibles por su significado.

Así mismo, la cultura fuera del concepto humanístico que la ubica en la erudición y del científico que la posiciona dentro de niveles culturales altos o bajos, prominentemente se refiere a la manera de ser y vivir de los grupos sociales, Decolaris (2002, p. 1) al respecto, expresa “Cultura es la forma de vivir de una sociedad a partir de los elementos que comparten sus miembros y transmiten a sus descendientes a través de las tradiciones comunes, de la herencia cultural y social. Cultura es la enseñanza de pautas culturales de generación en generación de acuerdo al status que le toque ocupar a cada uno de los individuos. Cultura es también la modificación de lo recibido y la proyección hacia el futuro de los anhelos del grupo social”.

Un componente que forma parte del binomio patrimonio y cultura es lo concerniente a los símbolos y los signos, estos elementos forman parte de las diferentes comunidades a lo largo de su legajo cultural. Ferdinand de Sauusure (1857-1913) lingüista suizo, precursor de la semiótica, expresa “Una ciencia que estudia los signos de la vida social”. Una cultura se entiende mejor entre sus integrantes por el uso de los símbolos, de hecho, el lenguaje es producto de esa actividad, el resultado final es la comunicación. La importancia de un objeto cultural no se podría diseminar sin la ayuda de un movimiento comunicador que genera en consecuencia la transcripción del hecho por medio de la escritura para preservar documentalmente el desarrollo histórico del objeto material o inmaterial y por ende, fundamentar su conservación.

Por lo anterior, el objeto cultural tangible o intangible que trasciende a los tiempos y está fijo en la memoria de los residentes de un lugar está cohesionado por las características del patrimonio y la cultura resultando de esto, una unidad que produce información y se hace necesario preservar obligatoriamente por las autoridades de los diferentes niveles de gobierno. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establece como definición del patrimonio cultural al “conjunto de bienes muebles e inmuebles, materiales e inmateriales, de propiedad de particulares o de instituciones u organismos públicos o semipúblicos que tengan valor excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte, de la ciencia y de la cultura y por lo tanto sean dignos de ser considerados y conservados para la nación”.

PATRIMONIO CULTURAL TANGIBLE INMUEBLE.
En relación al objetivo que nos ocupa del presente trabajo, es necesario especificar dentro de la clasificación general del patrimonio cultural, el tipo denominado tangible inmueble. Como primera instancia, el patrimonio tangible se refiere “al conjunto de bienes muebles e inmuebles, obras literarias y artísticas, espacios naturales y urbanos, así como los elementos que los conforman, como objetos, estructuras arquitectónicas, flora, fauna y formaciones naturales en sus diferentes momentos: paleontológicos, arqueológicos, artísticos e históricos”. Tal aseveración es una ordenanza inscrita en la Ley del Patrimonio Estatal del Estado de Veracruz, Capítulo 1, Artículo 5, párrafo XII. Y agregando el término inmueble.

Este tipo de patrimonio está constituido, como lo define Mac Gregor (2007, p. 8) “los lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería, centros industriales, conjuntos arquitectónicos, zonas típicas y monumentos de interés o valor relevante desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico, histórico, artístico o científico, reconocidos y registrados como tales. Los bienes culturales inmuebles son obras o producciones humanas que no pueden ser trasladadas de un lugar a otro, ya sea porque son estructuras (por ejemplo, un edificio), o porque están en inseparable relación con el terreno (por ejemplo, un sitio arqueológico)”.

Dentro del patrimonio cultural tangible inmueble se encuentra el patrimonio edificado o arquitectónico conformado tanto por edificios monumentales y representativos como por edificaciones sencillas y moderadas con el distintivo de enlazar con base en la identidad su expresión arquitectónica con las áreas urbanas o ciudades en donde se localizan provocando la concepción de la identidad. También en este contexto se ubica las construcciones vernáculas y los sitios arqueológicos agrupados o individuales, en consecuencia, cuando el edificio adquiere una fuerza inmaterial, se dice que adquiere un valor museal a efecto de los atributos intangibles que lo complementan y por lo mismo, lo sitúan dentro del campo de la semiótica, ya que, el edificio significa o se significa por una situación histórica, social, científica, espiritual.

Cuando las particularidades intangibles del objeto cultural arquitectónico trascienden de su tiempo y de la actividad para lo que fue creado, además del valor museal adquiere un valor testimonial, en virtud de que ha estado presente testificando el proceso de formación y desarrollo de las ciudades desde su punto de localización, siendo en algunos casos símbolo edificado representativo de una ciudad, luego entonces, al existir la condición anterior se crea “el paisaje cultural” resultado de la intervención que hace el ser humano en la morfología del sitio, naturaleza y sociedad en actuación conjunta; la primera estableciendo su jerarquía permitiendo la integración del objeto arquitectónico a ella y lo social, adaptando el elemento natural a su intervención urbano-arquitectónica. Garré (2001, p. 6) manifiesta, “Este patrimonio urbano arquitectónico inserto en el paisaje cultural -en conjunto- pone en evidencia la existencia de una identidad cultural tangible en el medio ambiente que nos rodea. Este paisaje cultural resultante, semejante a un rompecabezas debido al dinamismo cultural producto de varias generaciones y/o culturas, brinda la idea de identidad cultural de una región”.

Actualmente, existe como parte del patrimonio cultural el denominado patrimonio industrial, la razón por la que se relaciona dentro del presente trabajo esta tipificación es la mención que se hace en otra sección de la propuesta de la ciudad de Poza Rica, Ver., como caso de estudio. En forma primordial, se demuestra el patrimonio tangible inmueble con algunos ejemplos provistos de tendencias arquitectónicas y hechos significativos y de manera complementaria, se alude al concepto industrial, en virtud de que Poza Rica es una zona eminentemente urbana y sus orígenes son producto del asentamiento industrial referido al sector petrolero, mismo que generó instalaciones e infraestructura edificada con vocación de la Arquitectura industrial.

La herencia edificada industrial nace en la etapa histórica de la Revolución Industrial, por el decremento de la labor artesanal surge en forma de proceso, la manufactura de bienes de producción, necesitando esta actividad un espacio adecuado para el trabajo en serie, en consecuencia, nacen las grandes naves industriales incorporando como material principal el acero con el objetivo de salvar grandes claros y edificar alturas proporcionadas para albergar la maquinaria requerida, estos procedimientos y sistemas constructivos se lograron por la ligereza y esbeltez que presentaban las piezas del material básico. El sector de la industria, a lo largo de su progreso ha dejado evidencias arquitectónicas que van de la mano con los hechos históricos del lugar al que corresponden y han coadyuvado a forjar la identidad del sitio.

En la actualidad, existe un sinnúmero de construcciones en desuso generando en las ciudades un problema de imagen, ocupación de suelo, subutilización y contaminación ambiental. Por lo anterior, instituciones como la UNESCO y el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS Mexicano) se han dado a la tarea de fundamentar la clasificación de este patrimonio, documentarlo y posteriormente el registro en la legislación para su ulterior preservación. Hidalgo (2005) manifiesta “A su vez y como bien lo señala Aldo Guzmán, este patrimonio puede dividirse en tangible: como son los bienes inmuebles (las fábricas, talleres, minas, campamentos, etc.) y los bienes muebles (archivos, mobiliario, maquinaria, herramientas, etc.) e intangible: relacionado a la cultura obrera (formas de vida, costumbres y tradiciones, know how, etc.)". Específicamente, en nuestro país, el Comité Mexicano Para la Conservación del Patrimonio Industrial tiene como objetivo emprender iniciativas que permitan evaluar, estudiar, defender y conservar todos aquellos bienes representativos del proceso de industrialización en México.

LA ESTRATEGIA DE LA PRESERVACIÓN EN EL CONTEXTO LEGAL.
En toda investigación, la propuesta de los objetivos y nivel estratégico debe llevar una carga analítica importante, ya que después del encuadre y el diagnóstico, estos son los puntos clarifican y direccionan el trabajo investigativo hacia la obtención de un resultado aceptable, por tanto, se requiere fundamentar bajo la tutela de un marco legal, la preservación de los inmuebles de alto valor social y arquitectónico. La justificación normativa para la conservación del patrimonio cultural a nivel federal mediante un proceso de regulación, se establece en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: Artículo 73°, fracción XX e instituye en específico la protección y recuperación, de los monumentos arqueológicos, bienes inmuebles y muebles artísticos e históricos con valor estético y significativo relevante en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos: Artículo 2°, 33°.

A nivel estatal, todas las entidades federativas ostentan una legislación específica referente al aspecto patrimonial de la cultura, tomando como ejemplo el Estado de Veracruz en la Ley de Patrimonio Cultural: Artículos; 4°, 5°, 26° y 27°, instaura la preservación, recuperación y tutela de bienes patrimoniales de alto valor histórico-social con más de 50 años y en el rango municipal, el Artículo 115 Constitucional mandata a las autoridades municipales vía la Ley Orgánica del Municipio Libre, Artículo 50, párrafo III, promover la conservación de edificios y monumentos, así mismo, esta acción gubernamental se planifica dentro del Plan Municipal de Desarrollo correspondiente y/o en el Bando Legal Municipal elaborado para tal fin.

En el estrato internacional, el primer fundamento que propone el tema del patrimonio es la Carta de Atenas manifiesto urbanístico redactado en el IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) celebrado a bordo del buque Patris II en 1933 en la ruta Marsella-Atenas-Marsella (el congreso no había podido celebrarse en Moscú por problemas con los organizadores soviéticos) siendo publicado en 1942 por el arquitecto de origen suizo nacionalizado francés Le Corbusier (1887-1965). Este documento, apuesta por una separación funcional de los lugares de residencia, ocio y trabajo poniendo en entredicho el carácter y la densidad de la ciudad tradicional y la preservación del patrimonio histórico.

Emanada de las propuestas de Atenas, en 1964, se elabora en Venecia la “Carta Internacional sobre La Conservación y La Restauración de Monumentos y de Conjuntos Histórico Artísticos” con el objetivo de marcar las pautas y condiciones que cada nación debe instaurar en la legislación con base en su propia cultura para conservar y restaurar en su caso los inmuebles con alto valor destacando que los principios deben proponerse en común por todos los países miembros del ICOMOS. Desde esta reunión hasta la asamblea realizada en México en 1999, el asunto del patrimonio cultural se ha modificado de acuerdo a las circunstancias locales e internacionales estableciéndose; definiciones, criterios, tipologías y conceptos siempre con la consigna de la obligatoriedad de la salvaguarda del patrimonio cultural tangible e intangible.

Dentro del aspecto de la preservación, la decisión para realizarla se somete a razonamientos que dilucidan la forma como se debe proceder con base al fin al que se quiere llegar. Sánchez Hernández propone tres criterios; identificación-selección, definición-contextualización y el de intervención: El primero se refiere al reconocimiento del edificio como objeto cultural mediante un diagnóstico que esclarezca el valor testimonial y museal del patrimonio edificado, el segundo destaca los valores de la edificación y la representación de su significado y el tercero corresponde a la necesidad de aplicar una restauración “partiendo de aspectos como reversibilidad, sello de la época, integración, reforma, y sobre todo respeto a su autenticidad sobre edificio u objetos fidedignos de una época”.

A continuación se presenta la tabla No.1 en donde se exponen los indicadores que conforman la ficha de inventario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este listado se estructura con base a los elementos arquitectónicos, urbanos, técnico-constructivos y de implicación social que contiene una edificación susceptible de ser catalogada. Toma en consideración las propuestas y acciones socializadas en las reuniones relacionadas con la conservación y restauración del patrimonio cultural auspiciadas por instituciones como UNESCO, ICOMOS y Comités Nacionales.

Tabla No. 1
FICHA DE INVENTARIO DE EDIFICIOS DE ARQUITECTURA CIVIL
INHA.
1. DENOMINACIÓN.
2. PAÍS.
3. UBICACIÓN.
Localización.
Emplazamiento geográfico.
Plano de ubicación de la ciudad.
Accesibilidad.
Plano de ubicación del área urbana.
Entorno.
Localización política-administrativa.
4. DATOS DE LA PARCELA.
4.1 DATOS GENERALES DEL EDIFICIO.
Carácter
Agrupación
Edificio individual o conjunto
Propietario
Proyectista o constructor
Año de realización
Uso del suelo
Cantidad de personas
Condiciones de habitabilidad
Corriente estilística
5. DATOS Y ETAPAS HISTÓRICAS.
6. DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA.
Tipología edificatoria.
Componentes técnico-constructivos.
Materiales de construcción.
Otros elementos de interés
7. ELEMENTOS PATRIMONIALES EXISTENTES.
8. CONSERVACIÓN.
8.1 PROTECCIÓN JURÍDICA.
Plan urbanístico o director.
Protección ambiental.
Inventario.
Grado de protección del edificio y el entorno.
Catalogación.
Administración responsable.
Estado de conservación.
Autenticidad.
Integridad del inmueble.
Principales ensanches y transformaciones.
Grado de implicación social de la población.
Autenticidad del entorno.
Integridad del entorno.
Agresiones.
Degradación ambiental.
Propuestas de Actuación.
9. FOTOGRAFÍAS.

CASO DE ESTUDIO, POZA RICA, VER.
El objetivo de realizar la catalogación de inmuebles significativos e históricos de la ciudad de Poza Rica, se justifica por ser un enclave ubicado en una posición estratégica que permite la comunicación entre el norte y el sur del país y el enlace con el altiplano a 250 kms. aportando una economía regional y de desarrollo producto de las actividades inherentes a los sector industrial y terciario que apuntala la región norte del Estado de Veracruz. Poza Rica nace hace 83 años por la inmigración de trabajadores petroleros de áreas petroleras circundantes, después de 20 años, en 1951 por el incremento económico y poblacional adquiere el nombramiento de municipio. Actualmente cuenta con una población aproximada de 180,000 habitantes en una superficie de 6,400 hectáreas.

Con base a la temática que nos ocupa, Poza Rica, crece bajo el trazado de la ciudad industrial y pertenece al tercer nivel de organización humana, la sociedad industrial; los espacios crecen y son dispuestos con base al orden natural establecido por una actividad extractora, la explotación del petróleo. La urbanización y edificación de tipo industrial se disemina a lo largo de los caminos que van hacia los terrenos en donde se localizan los pozos petroleros y las instalaciones afines. La dinámica de la actividad petrolera genera la instalación del sector comercial y de servicios, luego entonces, la ciudad y su sociedad comienzan a aceptar el cambio cultural y el sentido de pertenencia producto de la seguridad en su economía y propiedad privada, en consecuencia surge el fenómeno de la industrialización, Reissman (1972, p. 199) expone “el cambio social a escala masiva” que se ocasiona donde “…Están implícitos una serie de cambios críticos en la educación, en la estructura familiar, en la estructura de clases, en las formas políticas, en los valores y creencia sociales”.

Como resultado de lo anterior y aunada a un poder económico que determina la aparición de la clase media con diferentes bagajes culturales y una hacienda municipal afianzada, la construcción de equipamiento urbano para diferentes actividades se realiza de acuerdo a tendencias arquitectónicas que a la larga aportarán una identidad entre los residentes por el valor intrínseco de su forma y expresión y su significado histórico que actualmente se hace necesario catalogar y por ende preservar. A continuación se exponen algunos ejemplos representativos.

Ejemplos de arquitectura relevante en la ciudad de Poza Rica.

Figura No. 1 Entrada principal y campanario de la Iglesia del Sagrado Corazón. Esta edificación, presenta una característica de esta Arquitectura, el denominado “brisei soleil” que significa “parte luces” refiere a una variedad de permanente de sol y sombra. Esta técnica suele utilizarse para impedir recalentamiento durante el verano.


Figura No. 2 Vista frontal del Palacio Municipal, se expone el mural de pablo O’Higgins. El edificio civil administrativo evidencia la tendencia del funcionalismo contemporáneo que, entre todas las consideraciones del proyecto, hace hincapié en aquellas que se refieren a la función por encima de cualquier consideración meramente estética. En consecuencia, rechaza la ornamentación y considera que la composición de un edificio tan sólo debe expresar su cometido.


Figura No.3 Fachada principal del Teatro Social de la Sección 30. Edificio de tendencia Art Decó movimiento de diseño popular a partir de 1920 hasta 1939 (cuya influencia se extiende hasta la década de 1950 en algunos países), afectando a las artes decorativas tales como arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, también a las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado, escultura, y cinematografía.


Figura No.4 Vista del Casino Obrero Petrolero. Edificio recreativo La arquitectura orgánica es una filosofía de la arquitectura que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Mediante el diseño busca comprender e integrarse con el sitio, los edificios, los mobiliarios, y los alrededores para que se conviertan en parte de una composición unificada.


Figura No.5 Talleres Generales interior Campo PEMEX. Edificio representativo de la Arquitectura Industrial. Los efectos de la revolución industrial se hicieron sentir en todos los ámbitos de la vida contemporánea. La arquitectura, como disciplina muy afectada por la tecnología. La incorporación de nuevos materiales como el hierro, implicaba un cambio radical de la apariencia de la arquitectura, lo que hace necesario ampliar el concepto de arquitectura.




Figuras No.6 y 7 Boulevard Ruiz Cortínez. Vialidad primaria de la ciudad, su traza urbana adquiere una tendencia creada por Haussmann. Este urbanista propone en el siglo XVIII en París, eliminar calles antiguas y sinuosas derriba edificaciones y amplia la vialidad para integrar a la naturaleza. Las reemplaza por anchos bulevares con camellones provistos de andadores centrales jardinados flanqueados por edificios de altura uniforme.

Es necesario exponer que los ejemplos anteriormente descritos cumplen con el requisito de antigüedad de 50 años ó más como lo establece la legislación y normatividad del Estado de Veracruz al respecto del Patrimonio Cultural.

CONCLUSIÓN.
La preservación del patrimonio tangible inmueble al ser una herencia histórica de la sociedad, formar parte de su desarrollo urbano y aportar una parte de la identidad tan necesaria en este siglo XXI caracterizado por la falta de valores, es de imperiosa necesidad la obligación que tienen las autoridades de los tres niveles de gobierno en nuestro país en conjunto con la participación ciudadana preferentemente la del sector educativo de fomentar programas más activos e impactantes de conservación de la memoria tangible e intangible de nuestras ciudades desde una significativa edificación que además está habitada y tiene vida por realizar una función hasta una tradición arraigada que enriquece la vida humana. La memoria es una facultad del ser humano para recordar y actuar, es un motivo para vivir y en la escolástica es una potencia del alma. Eduardo Galeano refiere lo siguiente “Quiero una felicidad que nace de la memoria y contra ella combate. Que proviene de la memoria y de la experiencia y que de ella está adolorida, que de ella está herida, está por ella lastimada, pero que a partir de ella camina. No es la memoria como ancla, sino como catapulta, no la memoria como puerto de llegada, sino como puerto de partida...Esa es la memoria en la que yo creo.”

BIBLIOGRAFÍA:
REISSMAN, Leonard, “El Proceso Urbano” Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1972.
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DONINI, Antonio, ponencia “El Patrimonio Intangible”, VIII Congreso Internacional de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico y Edificación. Buenos Aires, 2006.
MAROEVIC, Ivo, artículo “El rol de la musealidad en la preservación de la memoria”. El Comité Internacional para la Museología del ICOM. Zagreb, 1997.
DECOLARIS, Nelly, “El valor del patrimonio: entre lo tangible y lo intangible”
museomaritimo.com/.../Investigacion/Trabajos/Gonet/
GARRÉ, Fabián, “Patrimonio arquitectónico urbano, preservación y rescate: bases conceptuales e instrumentos de salvaguarda”, 2001 www.dibam.cl/dinamicas/DocAdjunto_34.pdf
SÁNCHEZ, Armando, artículo “Los retos de la conservación del patrimonio edificado en el siglo XXI” Puebla, 2009.
HIDALGO, Nery, Museo de la Electricidad, 2005 Perú http://museoelectri.perucultural.org.pe/patri.htm,
ROJAS, Javier, “El Patrimonio Industrial Intangible y la Construcción e los Valores de la Cultura Industrial de Monterrey” Monterrey 2004.
www.monterreyculturaindustrial.org/patindtan.pdf

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