Humberto Torres Guevara.
El presente ensayo, es una primera reflexión acerca del impacto de los programas de desarrollo urbano local sobre el desarrollo económico considerado este, como componente fundamental para el desarrollo humano de la población que habita las localidades con mayor grado de marginación en el estado de Veracruz.
A partir de las experiencias obtenidas por los tres programas educativos de Arquitectura de la Universidad Veracruzana durante los últimos dos años, es posible realizar una valoración de la pertinencia de los mismos. Lo anterior permitirá el planteamiento de metodologías más adecuadas para el análisis de estos casos pero, sobre todo, la evaluación del impacto tangible sobre estas para saber que tan real es la distribución social del conocimiento a través de estos programas de la SEDESOL.
Esto último es particularmente importante ya que este paradigma sustenta la vinculación de nuestra institución con la sociedad veracruzana. Indudablemente la participación de estudiantes y profesores en estos programas ha dado la gran oportunidad de ponerlos en contacto con ese México profundo que muchos universitarios desconocen o prefieren ignorar pero que reclama en silencio el cumplimiento del compromiso social y humanista de la universidad pública hacia los mexicanos.
En todos los casos de análisis desarrollados en la geografía veracruzana, son más las similitudes que las diferencias, lamentablemente las problemáticas parecen ser el común denominador y no solamente en los aspectos urbanos, destacan los aspectos sociales negativos como son: La migración, la pobreza patrimonial extrema, el analfabetismo, las enfermedades, la violencia de género e intrafamiliar por decir algunas, que son una patología social constante en la vida de estas comunidades.
Si bien es cierto que un desarrollo urbano ordenado establece las condiciones para el desarrollo del ser humano, también es verdad que en el contexto de la marginación aparecen otros factores que invariablemente distorsionan las teorías urbanas positivistas. El círculo vicioso de la marginación no se rompe solamente con ordenamiento y mejoramiento del entorno físico de estos pueblos, sin duda se requiere revalorar la añeja tesis de articulación del territorio con la población y la economía de estos asentamientos en un marco de sustentabilidad. Sin embargo, a la SEDESOL pareciera solo importarle cumplir con un requisito más en la carrera por aumentar sus banderas blancas.
El gran riesgo para la Universidad Veracruzana y en general para todas las Instituciones de educación superior que participan en el programa ”Jóvenes por México” radica en la pérdida paulatina de la credibilidad social lograda a lo largo de muchos años con muchos esfuerzos y pocos recursos. Esta se ve amenazada cuando se concluyen los Programas de Ordenamiento y la comunidad no observa ningún resultado o seguimiento de un trabajo cuyo diagnóstico se realiza mano a mano con los pobladores quienes en la mayoría de los casos dieron hospitalidad a los equipos de trabajo.
Desde el desarrollo de los talleres FODA, se despiertan expectativas tanto en autoridades locales como en la misma comunidad acostumbrada a la desidia de los gobiernos estatal y federal el cual, escudándose en el prestigio social de las Universidades presenta el Programa de ordenamiento como una panacea que solucionará los problemas de la localidad a través de un instrumento técnico que no es comprendido ni siquiera por las autoridades municipales que no cuentan con los gabinetes técnicos capaces de traducirlo en proyectos para la gestión.
Otro problema lo constituye la visión unidireccional de la propia Universidad Veracruzana que no constituye equipos multidisciplinarios ya que la mayor parte de sus integrantes son profesores y alumnos de las facultades de arquitectura excluyendo disciplinas importantes como son las ciencias sociales, las ciencias bio agropecuarias, las económicas y las ambientales cuya inclusión se reflejaría en una visión holística del ordenamiento.
En la mayor parte de los talleres FODA realizados en las comunidades maginadas de zona norte, un reclamo constante es la migración de sus habitantes debido a la ausencia de empleo u oportunidades de inversión provocada por la crisis en las actividades agrícolas y los bajos precios de sus productos en los mercados nacional e internacional; productos que en otro tiempo dieron prosperidad a estos asentamientos como son el café, los cítricos e incluso el tabaco, por decir algunos, ya no son atractivos para el pequeño productor ni dan trabajo a los jornaleros.
Lo anterior se refleja en la mayoría de los casos, en una economía basada en agricultura de subsistencia y en una ganadería extensiva cuyo impacto de deriva en dos vertientes: por una parte el impacto ecológico debido al incremente en la tala para la siembra de pastos así como el impacto socioeconómico que genera la perdida de parcelas de pequeños propietarios quienes al no contar con recursos, las rentan hasta que las pierden a manos de latifundistas.
En estas condiciones, las localidades han expulsado población por lo que sus Tasas de crecimiento anual son menores al 1% y cuyos ingresos dependen de dos fuentes: Los programas Federales de apoyo a la pobreza y las remesas que envían los familiares que emigraron. Este fenómeno económico se refleja en el medio urbano de la siguiente manera: El porcentaje de vivienda precaria es mínimo si consideramos las condiciones de la economía local (En promedio del 20% del total de viviendas) y un predominio de vivienda popular (Entre el 60% y el 70%) situación observada en localidades urbanas. Así mismo se observa un alto índice de viviendas desocupadas pero amuebladas lo cual indica que son habitadas temporalmente en los periodos que retorna la población expulsada.
En este contexto, surge la necesidad urgente de considerar las propuestas de ordenamiento y mejoramiento urbano como una palanca que propicie condiciones para el desarrollo económico local. En los análisis previos con la comunidad contrastados con los estudiantes y profesores de las disciplinas distintas a la arquitectura que participaron en los programas de la zona norte se detectaron nichos de oportunidad para el desarrollo económico local agrupados en tres áreas:
· Proyectos Ejecutivos de Equipamiento urbano: Estos facilitan la gestión de obras que atienden las condiciones mínimas de bienestar de la población evitando movilizaciones a otras localidades y afirmando la condición de centros estratégicos de los asentamientos estudiados.
· Proyectos Agrícolas de Gestión: Debido a las condiciones imperantes para el medio rural que existen se identificaron oportunidades para cultivos alternos como son hortalizas orgánicas, proyectos de hidroponía, cambio de cultivos (Pimienta, Hongos, Plantas para la industria farmacéutica).
· Proyectos pecuarios: Debido a su ubicación en cotas elevadas de la Sierra Madre Oriental, se detectó la posibilidad de cultivos de truchas y acamayas.
· Proyectos Eco turísticos: En este rubro se determinó que existen grandes ventajas para establecer una palanca para el desarrollo económico local: debido a su ubicación serrana existen posibilidades para el turismo rural, turismo de aventura, senderismo interpretativo y turismo extremo. Sin embargo las condiciones están determinadas por el grado de accesibilidad.
Todos los esquemas para el desarrollo económico de estas localidades se basan en la organización de la población en cooperativas ya que es difícil, en las condiciones actuales, que fluya inversión privada externa. Sin embargo, actualmente existen programas federales en las distintas ramas de la economía que apoyan con créditos el desarrollo de estas PYMES, lamentablemente es necesario un segundo paso inmediato a los programas de ordenamiento para el diseño y seguimiento de estos programas.
Dada la magnitud del problema enfrentado y sobre la base que los recursos son limitados es una obligación ética y moral de la misma Universidad Veracruzana hacer un alto para redefinir las pautas sobre las cuales seguiremos participando en estos programas del Gobierno Federal. Las condiciones precarias en las cuales los alumnos y profesores participan en el trabajo de campo nos obligan a solicitar a la SEDESOL el trato justo que se le debe a todo profesionista que desinteresadamente participa en un trabajo para el beneficio social. Un mayor involucramiento de la delegación estatal en los trabajos desde el planteamiento metodológico hasta la entrega final permitirá un mejor resultado ya que no basta que se otorguen premios a la Universidad Veracruzana si quienes realizamos los proyectos corremos el riesgo de ser cómplices de una gran simulación que empañe la su nobleza y sus fines.
Poza Rica de Hidalgo Ver. 20 de Julio de 2008.
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